La arquitectura gótica es la forma artística sobre la que se formó la definición del arte gótico, el estilo artístico, comprendido entre el románico y el renacimiento. Se desarrolló en Europa Occidental en la cristiandad latina en la Baja Edad Media, desde finales del siglo XII hasta el siglo XV, aunque más allá de Italia las pervivencias góticas continuaron hasta los comienzos del siglo XVI. El vocablo «gótico» es el adjetivo correspondiente a godo y fue utilizado en este contexto por primera vez por el tratadista florentino Giorgio Vasari, quien en su famosa obra de biografías de pintores toscanos, incluye varios capítulos sobre el arte en la Edad Media. Se desarrolló fundamentalmente en la arquitectura religiosa (monasterios e iglesias), teniendo su cumbre en la construcción de grandes catedrales, secular tarea en que competían las ciudades rivales; aunque también tuvieron importancia la arquitectura civil (palacios, lonjas comerciales, ayuntamientos, universidades, hospitales y viviendas particulares de la nueva burguesía urbana) y arquitectura militar (castillos y murallas urbanas).
Origen: La arquitectura gótica tuvo su origen en las regiones de Normandía e Isla de Francia En Inglaterra penetró pronto el estilo francés, aunque adquirió un fuerte carácter nacional. A Italia llegó tarde, no tuvo mucha aceptación, y su impacto fue muy desigual en las distintas regiones, y muy pronto fue sustituido por el Renacimiento. El medievalismo suscitado por el romanticismo y el nacionalismo del siglo XIX hizo reelaborar como arquitectura historicista un neogótico que reproducía el lenguaje arquitectónico propio del estilo con formas más o menos genuinas, destacando la labor restauradora y reconstructora del francés Eugène Viollet-le-Duc.
Arquitectura religiosa:
El edificio donde el gótico alcanza su expresión más plena es la catedrales, en la que se refleja el esfuerzo y la aportación de toda una ciudad. A su construcción suelen colaborar las cofradías y gremios que tienen su manifestación en las capillas laterales.
También destaca la arquitectura monasterial, entre la que se distingue:
- la arquitectura cisterciense, con monasterios situados en el campo, desconectados de la vida civil, que desarrollan un estilo protagónico y que servirá para la propagación del estilo gótico por toda Europa. Aunque tampoco todos los componentes de esta arquitectura servirán de fundamento para el gótico.
- la orden cartuja
- dominicos y franciscanos.
Arquitectura civil:
La arquitectura civil muestra la pujanza económica en la Baja Edad Media, el auge de las actividades comerciales y artesanales, la apertura de nuevas rutas comerciales y el próximo descubrimiento de América. La arquitectura civil muestra la consolidación de formas municipales frente al poder señorial o eclesiástico con la construcción de grandes edificios destinados a servir de sede de sus instituciones y gobiernos municipales, entre los que destacan los de las ciudades italianas de Florencia y Siena y también los de la región de Flandes.
Tres tipos de gótico:
El gótico radiante:
El término radiante deriva de los elementos radiales, como los de una rueda, que conforman los enormes rosetones característicos de este estilo. La altura dejó de ser el principal objetivo, y en su lugar se extremó la desmaterialización del muro reduciendo el espesor de la mampostería, extendiendo los ventanales y reemplazando el muro exterior del triforio por vanos de tracería. Los muros tuvieron el nombre de traslúcidas.
El gótico temprano:
La bóveda de crucería apareció esporádicamente. En el deambulatorio de Saint-Denis, las finas columnas que sustentan las bóvedas de crucería y la ausencia de muros divisorios entre las distintas capillas radiales proporcionaron un nuevo sentido de espacio continuo, fluido.
El gótico clásico:
La fase experimental del gótico temprano se resolvió finalmente.Eliminando la tribuna del segundo piso heredada del románico, pero manteniendo el triforio, recupera la sección longitudinal de tres pisos o niveles. En su defecto se gana altura a través de un amplio claristorio o piso de ventanales, nivel de las arquerías, que proporciona una luz casi vertical.
Elementos de la arquitectura gótica
La arquitectura gótica presenta innovaciones técnicas y constructivas notables, que permitieron levantar estructuras esbeltas y ligeras con medios y materiales sencillos. Las principales aportaciones constructivas, al igual que en el románico, se centran en las cubiertas.
Planta
En todo caso, la planta se divide en tramos rectangulares o cuadrados determinados por las columnas y arcos transversales y sobre éstos, cargan las bóvedas de crucería. Desde mediados del siglo XIII se hace común el abrir capillas en los lados de las iglesias, entre los contrafuertes, para satisfacer la devoción de los gremios o cofradías y del pueblo en general, ya que antes de esta época era raro admitirlas fuera de los ábsides.
Arco ojival
El arco ojival es uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica, y vino a suceder al arco de medio punto, propio del estilo románico. El arco ojival, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto, permitiendo salvar mayores espacios.
Bóveda de crucería.
Los ábsides góticos se cubren también con diferentes bóvedas de crucería pero de tal suerte que los arcos o nervios concurren todos a una clave central formando crucería radiada y muy a menudo se da al cascarón una forma gallonada o dividida en compartimentos de boveditas parciales más o menos salientes o profundas.
Contrafuertes y arbotantes
Los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas .Por otra parte, al conectar los contrafuertes por medio de arcos arbotantes a la estructura principal se ganaba brazo de palanca y se liberaba espacio para situar naves laterales, paralelas a la nave principal.
El sistema de arbotantes y contrafuertes de las iglesias góticas constituye un elemento característico que embellecen el exterior de los edificios, pero a la vez, ponen de manifiesto la propia fragilidad estructural, ya que sujetan el edificio a modo de apuntalamiento externo.
Columnas
Los soportes o columnas del arte gótico consisten en el pilar compuesto el cual, durante el periodo de transición, es el mismo soporte románico aunque dispuesto para el enjarje de arcos cruceros. Pero en el estilo gótico perfecto se presenta cilíndrico el núcleo del pilar, rodeado de semicolumnillas (pilastras) y apoyado sobre un zócalo poligonal o sobre un basamento moldurado, a diferencia del estilo románico en que tal zócalo era uniforme y cilíndrico.
Capiteles
El capitel gótico va perdiendo su importancia según adelanta la época del estilo. Después del periodo de transición en el que se sigue el capitel románico se presenta como un tambor algo cónico abrazado con follaje cuyos motivos se toman de la flora del país y se corona por un ábaco circular o poligonal de varias molduras. Posteriormente, el capitel se va haciendo más pequeño y delicado para quedar como un anillo.
Cúpulas
Las cúpulas se forman de témpanos sostenidos por nervios radiantes que arrancando del octógono formado por los arcos torales y por una especie de trompas muy artísticas situadas en los ángulos determinados por ellos, se unen concurriendo a una clave superior y céntrica.
Ventanas y vidrieras
Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnillas o parteluces. Una cosa parecida se observa en los grandes rosetones que se colocan en lo alto de las fachadas.
Puertas
En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental de forma abocinada, que la románica pero se multiplican las arquivoltas y se añade una mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo.
Michelle.
ResponderEliminarMe encanto tu blog. La información esta muy completa. Felicitaciones